Por supuesto que deseo
ser la puta más poderosa del burdel.
Con las piernas abiertas,
la cabeza reclinada hacia un lado,
un Lucky Stricke colgando
de mis labios escarlata manchados de polla.
La mirada en el despertador,
cuya palpitación sonámbula
me recuerda con cada latido
que mi pulso se ha relentizado,
hasta ser una marcha fúnebre
Cuyo cortejo será
como una samba larga, como un siglo,
plagada con los cadáveres esparcidos
de cientos de soldados muertos
cuya artillería pesada a manchado
mi campo de batalla,
con ojos cargados de morfina
cocaína, MDMA o locura.
Mi cabeza emponzoñada
por innumerables contaminantes,
en cuya dieta me he agasajado por décadas,
como homenaje a mi propia
supervivencia del más enfermo.
Lydia Lunch
1 comentario:
Mijita rica!!! Tan puta la weona, me encanta!!
Bonita, en fiestas patrias voy a estar en Rancagua, te mando un mail y te aviso bien porque quisiera verte.
Cuidate hermosa.
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