"Triste Domingo, con cien flores blancas"
Y ornado el altar de mi loca ilusión,
donde mi alma se ha ido a postrar
mientras mi boca llamándote está.
Mueren en mi sueños ocasos de hastío,
cansados de espera y de soledad.
¡Triste Domingo!
Tú no comprendes la angustia terrible
des estar esperando, sin verte llegar.
¡Vuelven tus pasos que debo marchar!
No ves que muero con mi loco afán?
Quiero que seas la blanca y piadosa
mortaja que cubra mi hora final.
¡Triste Domingo!
Querido,
Junto a mi ataúd que circundan muchas flores
aguarda mi confesión un sacerdote
Y a él le digo:
Lo quiero, lo espero.
No temas nada si encuentras mis ojos
sin vida, abiertos y esperándote.
Tus manos son quien los debe cerrar.
Y acaso entonces yo habré muerto en paz.
Siento un doblar de campanas, que
lúgubremente sus voces me ordena marchar.
¡Triste Domingo!
¡Vuela mi vida a tu paso, querido,
que llega la hora que debo partir!
Quiero tenerte en mi viaje final
y algo me dice que no llegarás.
Triste Domingo, visítame amado,
que ahora en mi tumba yo te he de esperar.
¡He de esperar!
(Versión en español de la canción "Triste Domingo" de Francisco Gorrindo)
Lydia Lunch - Gloomy Sunday
2 comentarios:
Cuantos domingos, suelen ser así... buen lírica no la conocía.
y en ingles suena mejor! buscala, esta es solo una adaptacion
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